El jardín era tan sorprendente que parecía sacado de un cuento de hadas, perfecto para disfrutar del desayuno al aire libre. Las habitaciones eran un auténtico refugio, con aire acondicionado y una TV de pantalla plana que hacía que ver películas fuera más cómodo que en casa. Además, la atención en el mostrador fue más rápida que un rayo durante una tormenta.

El jardín es un oasis perfecto para relajarse.

Lamentablemente, mi experiencia se vio afectada por varios inconvenientes. Primeramente, no pude disfrutar de la piscina debido a la lluvia, lo que fue una verdadera pena, ya que había estado anticipando un momento de relajación allí. Además, encontré complicado estacionar, ya que la ubicación es bastante céntrica y había mucha demanda. También, me decepcionó que el desayuno debíamos solicitarlo con anticipación y no se nos informó de esto al momento de hacer la reserva, así que tuvimos que buscar otra opción en la ciudad. Esto podría ser un punto a mejorar, sobre todo para quienes optan por hospedarse allí por el desayuno.

edificio palaciego, jardín acogedor, historia y distinción

Complicado estacionar debido a la ubicación en el centro!!! Además, muchas escaleras para subir el equipaje, lo que puede ser un inconveniente si llevas bebés o necesitas asistencia.

Directo al grano, sin tonterías

Un lugar singular que combina encanto y arte. Las habitaciones son pequeñas pero acogedoras y el ambiente es tranquilo. La atención del propietario es excepcional, brindando datos del lugar. El desayuno, hecho a pedido, es suficiente. A la hora de la cena, aunque no hay restaurante, hay opciones cercanas para disfrutar de tapas.

la casa es un auténtico museo lleno de arte. el wifi es un poco lento.

El lugar es un auténtico museo que sorprende a cada paso. La atención de los anfitriones, César y Jackson, impecable. Sin embargo, el aparcamiento es complicado. El ambiente invita a la tranquilidad, especialmente en el jardín junto a la piscina.

Un lugar encantador con un jardín que invita a relajarse, y la atención de los anfitriones es excepcional. La ubicación es fantástica, te encuentras en pleno centro, pero es sorprendentemente tranquilo. Además, ofrecen un servicio gratuito de café, ¡un gran detalle!

El aparcamiento puede ser un poco complicado, y sería genial que el desayuno se pudiera pedir más fácilmente.

un refugio encantador lleno de historias

exquisita decoración, desayuno abundante

wifi básico

Un lugar de ensueño

La casa es hermosa, toda decorada con un estilo único. La anfitriona nos hizo sentir súper bienvenidos y el jardín es perfecto para relajarse. Sin embargo, la cama era un poco pequeña para nosotros, pero eso no arruinó nuestra estancia. Ah, y no nos olvidemos del desayuno en la habitación, que fue una delicia.

Disfrutamos mucho de nuestra estancia, especialmente del hermoso jardín y la piscina, que eran perfectos para relajarnos después de un día explorando. Un par de escaleras para llegar a las habitaciones puede ser un inconveniente, pero la comodidad y la limpieza compensaron todo. Si van, asegúrense de pedir el desayuno con tiempo, ¡no se lo pierdan! 😊

La experiencia fue encantadora, el jardín es un verdadero paraíso para descansar, y la atención de los anfitriones fue excepcional, brindando recomendaciones útiles para explorar la zona. Sin embargo, el estacionamiento es complicado debido a su ubicación céntrica y el wifi pudo ser más rápido. Adicionalmente, tener que encargar el desayuno con antelación fue un inconveniente que nos dejó con ganas de más.

Una gran elección para una pausa de fin de semana en Palma del Río con una buenísima relación calidad precio. La atención del propietario fue súper amable, me mostró todo el lugar y me dio excelentes recomendaciones sobre la ciudad. Recuerda pedir el desayuno con antelación para no perderte esa experiencia.

Qué delicia de experiencia! El pescado fresco del día fue una joya culinaria que no te puedes perder. Además, el jardín es un auténtico oasis para relajarte entre visita y visita. La atención fue de diez, Jackson nos guió con recomendaciones para comer que nos volaron la cabeza.

La verdad, no queríamos irnos, ¡nos quedamos con ganas de más! Es una pena que solo estuvimos una noche.

La Casa San José es un lugar lleno de encanto y arte. La decoración es exquisita y cada rincón te sorprende. El jardín es un oasis que invita a relajarse después de un día explorando Palma del Río. La atención de César y Jackson fue excepcional. se aseguraron de que nos sintiéramos como en casa, dándonos recomendaciones sobre qué hacer y dónde comer. La habitación era amplia y tranquila, perfecta para descansar, aunque la cama podría ser un poco más grande. Un detalle a tener en cuenta es el desayuno, que debe encargarse con anticipación. no se nos informó y tuvimos que buscar otra opción en la ciudad. El wifi funcionó bien pero no es lo más rápido. Sin embargo, el ambiente y el servicio hacen que desee regresar.

las habitaciones son grandes y están decoradas con arte único. el desayuno es delicioso, servido en un bello comedor, y hay una piscina que te invita a relajarte después de un día explorando.

el wifi podría ser más rápido 📶.